El Circuito de los Bolos Serranos que organiza la Diputación de Cuenca contará en esta decimosexta edición con la participación de diez municipios de la provincia cuya primera prueba tendrá lugar este fin de semana en Portilla y concluirá el último fin de semana de agosto en la localidad de Uña donde se decidirá el campeón de este año.
Así lo han destacado durante la presentación ante los medios de esta edición el diputado de Deportes, Abel Fresneda; el jefe de servicio, Nacho Lillo; y el jefe de sección, Alberto Lumbreras. Un acto que tenía lugar en el juego de bolos del Recreo Peral donde han participado alcaldes de los municipios participantes y aficionados a este deporte de la capital conquense.
Fresneda ha subrayado la importancia de este circuito por ser un deporte insignia e identitario de una parte importante de nuestra provincia como es la Serranía y que permite mantener vivas las tradiciones ancestrales de nuestros pueblos y darlos a conocer a las nuevas generaciones para que estos bolos serranos no desaparezcan.
El diputado ha detallado que cada uno de los 10 municipios puede inscribir a unos 14 jugadores aunque en cada una de las pruebas sólo pueden participar cuatro por cada equipo. Las competiciones se realizarán en las tardes de los sábados con inicio a las 17:30 horas.
Como viene siendo habitual en los circuitos deportivos que organiza la Diputación además de contar con ayudas económicas para la realización de las pruebas la institución colabora con los seguros de responsabilidad civil, promoción, cartelería y con los regalos que se dan a los participantes del mismo.
Fresneda ha recordado que una de las peculiaridades de este circuito es que en cada uno de los pueblos que hacen de anfitriones para las pruebas se juegan con sus propias normas por lo que son ellos los que aportan en juez que dirige la competición donde se otorgan los puntos que darán la victoria final al equipo que más acumule.
Por último, ha defendido la necesidad de seguir apoyando e impulsando estas tradiciones que contribuyen a dar vida a los pueblos por la cantidad de personas que se desplazan y el ambiente de convivencia que generan logrando convertir en un día de fiestas las competiciones.
